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El trabajo es para muchos uno de los lugares donde más horas invertimos al cabo de la semana, y al mismo tiempo uno de los lugares más estresantes. Es por este motivo que el Mindfulness puede ser una gran oportunidad para un mayor grado de bienestar, concentración, empatía y desarrollo personal.

Los 7 ejercicios planteados son sólo a modo de guía y pueden ser adaptados a las circunstancies personales o profesionales según convenga.
La idea no es hacer todos los ejercicios, sino dejarse sentir cuales pueden ser incorporados fácilmente durante la jornada laboral. Personalmente pienso que con la elección de uno o dos ya es más que suficiente para empezar. Más adelante y con la experiencia lograda se pueden incorporar otros ejercicios. Es importante poner ahora la atención en esto, pues uno podría fácilmente desanimarse en la práctica sino no hay una coherencia entre lo que realmente uno está dispuesto a hacer y lo que se propone. En este caso la práctica es lo más importante, pues el estado de presencia o atención plena (mindfulness) no vendrá dado simplemente para leer o imaginar los ejercicios. Para ir entrando en la experiencia es necesaria, especialmente al principio, la constancia hasta que empieces a sentir los beneficios. Así que te animo a que te lo tomes como un juego, un experimento en el que no hay expectativas ni objetivos a lograr.

Ejercicios prácticos de Mindfulness para al trabajo:

  1. De camino: En el tránsito hacia el trabajo pon la atención en mirar el cielo, las personas, árboles, coches, tiendas... haciéndolos presentes. Observarlo como si fuera una película. Intenta no poner ningún pensamiento o juicio en lo que ves y sientes, cuando los pensamientos vengan, haz consciente la respiración y vuelve a retomar el ejercicio una y otra vez. Simplemente contempla lo que ves.
  2. Al llegar: Cuando entres al trabajo contempla el espacio y mira a los ojos de tus compañeros o clientes, mira de forma global el espacio y también enfoca en sus detalles, rincones, como si fuera la primera vez que los ves... y respira consciente.
  3. Al empezar: Cuando estés en tu lugar de trabajo toma 30 segundos para sentir como está tu cuerpo físico, tu mente y tus emociones. Sólo obsérvalo, haz un escaneo sin juicio o análisis...y vuelve a hacer consciente la respiración. (Cada vez que vayas al lavabo, es una muy buena oportunidad para hacer este último ejercicio sentado en el wc).
  4. El Espacio trabajo: Intenta sólo centrarte en lo que haces, facilita/adapta tu espacio de trabajo en la medida de lo posible alejando o desactivando aquello que te hace distraer, como por ejemplo apps tipo whatsapp u otros objetos que te saquen de la atención del presente. Intenta tener un espacio de trabajo limpio, poco cargado de papeles, objetos... Un ambiente limpio y ordenado nos relaja y nos ayuda a estar más presentes. Por otro lado incorpora elementos que te hagan sentir bien, como por ejemplo una planta, un paisaje de la naturaleza, una piedra o mineral bonito....la respiración de nuevo es tu punto de retorno/centramiento cada vez que algo te distraiga.
  5. Los compañeros: Si un compañero del trabajo se acerca para hablar contigo, en la medida de lo posible deja de lado el ordenador, teléfono, auriculares, herramientas...sé consciente del encuentro mirándolo a los ojos, escúchalo, contémplalo, no te avances a hablar o interrumpir. Observa lo que sientes y qué pensamientos hay detrás de esta emoción...y respira.
  6. Cuando andes: Aprovecha los desplazamientos andando para simplemente ser consciente de esto, del contacto de tus pies con el suelo. Intenta hacerlo algo más lento de lo normal, observando si la prisa o el estrés están siendo el motor de tu movimiento.
  7. Cuando comas: Cuando comas intenta que sea parado y sentado, en un ambiente tranquilo. No hagas otras actividades. Deja móviles a un lado, o en todo caso utilízalo 5 min antes y cuando acabes ya no lo mires más hasta que finalices la comida. Contempla los alimentos, conecta con las sensaciones que te vienen, mira sus colores, texturas, olores.. No comas por comer, déjate sentir qué cantidad necesitas y de qué alimentos. Mastica lentamente, intenta hacer consciente como tragas los alimentos...y respira.

Hasta aquí los 7 consejos de Mindfulness en el trabajo. Remarcar que la base y el punto de retorno cuando la no presencia se apodera de mí, es siempre una respiración consciente. Acuérdate de ella siempre que puedas para ir ganando un mayor grado de conciencia, en especial cuando la mente o las emociones cojan mucho poder.

Deseo que estos ejercicios prácticos de mindfulness durante tu jornada laboral, te hayan resultado interesantes y si así lo has sentido, te invito a practicarlos habitualmente y a incorporarlos como herramienta en tu camino de crecimiento personal.